El Psicoanálisis es un método, a partir del cual, podemos llegar a descifrar nuestro inconsciente. Es una forma de poder llegar al sentido del síntoma, aliviando así el dolor que conlleva, unas veces, y otras enseñándonos a poder vivir sin tanto sufrimiento. Nos enseña a poder “leer” lo que no sabemos de nosotros mismos, o mejor dicho, lo que no sabemos que sabemos, puesto que se trata de un saber inconsciente.

El psicoanalista nos ayuda en la ardua tarea de encontrarnos con lo más singular que hay en cada uno de de nosotros, aquello que normalmente ha quedado cubierto de identificaciones, temores, renuncias, prejuicios, culpas…etc. El inconsciente encierra lo más singular del sujeto.

Muchas veces ocurre, que la persona quiere alcanzar la felicidad, y pese a que tiene todo aquello que desearía, no es feliz. El psicoanalista nos ayuda a poder localizar cuál es la dificultad que tenemos para encontrar el bienestar. Una de las mayores fuentes de infelicidad suelen ser nuestras relaciones con los otros. En esta insatisfacción está asentado “El malestar en la cultura” del que hablaba Freud. Aparentemente, la persona parece buscar su felicidad, sin embargo, Freud descubre que el hombre, mas que su felicidad, muchas veces encuentra culpa, castigo, maltrato hacia sí mismo, renuncias y destrucción. ¿Por qué ocurre esto? El psicoanálisis trata de dar respuesta a esta y otras paradojas del ser humano y del malestar en la civilización.

El psicoanálisis tiene sus efectos a través de LA PALABRA. La persona que se analiza (analizante) va construyendo su propia historia, escribiendo su propia novela, y en su discurso, va construyendo su deseo. Un deseo que no es una función biológica, ni está coordinado a un objeto natural, así nos lo muestra Lacan, sino un deseo cuyo objeto es totalmente particular y fantasmático. Un deseo que cuando no es reconocido puede producir síntomas. En el análisis tratamos de descifrar en el síntoma el mensaje de deseo que puede encubrir.

El en análisis siempre es PRESENTE el verbo que se maneja, por más que el paciente hable de su pasado o su futuro. Como decía Lacan, «cualquiera que sea el tiempo empleado, todo enunciado es un acto en presente. Invariablemente, el recuerdo es ahora». En realidad, siempre es el presente de lo que se trata y es desde el presente que el paciente puede dar un sentido diferente a su pasado, reinterpretarlo. Esta manera de reconstruir el pasado con la perspectiva del análisis se traduce en una forma diferente de vivir el presente. Algo que puede ser determinante en el alivio del sufrimiento.

El Psicoanálisis no promete la felicidad. Como decía Freud, «Ninguna regla al respecto es válida para todos». Sin embargo, aliviar tu sufrimiento y mejorar enormemente tu vida es posible.