Reseña de la conferencia de Miquel Bassols: «Lo femenino, más allá de los géneros»

RESEÑA DE LA CONFERENCIA DE MIQUEL BASSOLS “LO FEMENINO, MÁS ALLÁ DE LOS GÉNEROS”

Miquel Bassols ofreció esta conferencia el pasado 27 de febrero de 2020, en el marco del SCF de San Sebastian.
Una de las cuestiones importantes que Miquel señala en la conferencia, es que para el psicoanálisis, cualquier afirmación de identidad siempre es sospechosa, lo que quiere decir que el sexo biológico no tiene por qué coincide con la posición sexuada. Así, decir “yo soy un hombre” es siempre una afirmación enigmatica y dudosa.

Precisamente, un análisis es un trabajo para desprenderse de las identificaciones que uno ha ido atrapando en su vida.

En cuanto a “lo femenino”, Miquel, afirma que no sabemos qué es. Señala que hablamos de “lo femenino” para indicar que se trata de algo neutro, no es un género, sino que está más allá de los géneros. El debate sobre los géneros es muy actual, y los pedidos de cambio de género o sexo son cada vez más frecuentes. Sobre este tema, se desarrollarán las teorías Queer y de género.
Queer es una palabra muy interesante para el psicoanálisis por que estas teorías están del lado de lo más singular, “lo torcido”, lo que se separa de la norma. Y abordar lo más singular de un sujeto es justamente, el principio del psicoanálisis.

Una de las cuestiones más importantes que plantea esta idea es que la lógica binaria de la diferencia (hombre, mujer) no explica nada de lo que es la identidad sexual ni la lógica femenina.

La lógica binaria se ordena a través de la presencia-ausencia, es decir entre 0-1. Esta sería la lógica fálica masculina, que es la lógica del poder, pero la lógica de lo femenino no puede ser explicada en oposición a lo masculino o fálico.

Escuchando la posición femenina, Lacan se da cuenta de que entre el 0 y el 1 hay muchos matices, es decir, que entre estos dos números hay una infinitud. Miquel pone el ejemplo de la erección en los varones, donde, o hay erección, o no la hay, sin embargo, del lado del goce femenino no se sabe. Ahí, se abre un espacio de infinitud donde no está la lógica binaria.

El psicoanalista ha de trabajar, ya sea hombre o mujer, desde la lógica femenina, para poder romper con la dialéctica de las identidades fijas.

La clasificación binaria de los géneros no puede tratar lo que es la problemática de la identidad sexual, que es lo que las teorías queer intentan abordar. Y es que no existe dependencia biunívoca entre género y sexo, y el sexo anatómico, no determina cuál será el género con el que el sujeto se identificará.
Freud ya nos dijo que la anatomía no es el destino, incluso llegó a decir, que en el inconsciente no hay inscrita una diferencia entre los sexos. No hay una lógica binaria en el inconsciente, no hay una oposición, ya que nadie nace hombre ni mujer, sino que esto será algo que tendrá que construirse a través del vínculo con el Otro.

La lógica del inconsciente no funciona con la lógica binaria sino con la lógica del uno por uno, donde cada elemento ha de considerarse en su singularidad. La lógica femenina rompe con toda lógica universal donde cada elemento está seguro de pertenecer a su conjunto. Sin embargo, en la lógica femenina nunca podemos estar seguros de la identidad. En este sentido, siempre hay algo de lo femenino en cada uno de nosotros, ya sea hombre o mujer.

La lógica de lo “trans” está del lado de la lógica femenina. No hay una identidad sexual única, ya que la sexualidad es algo que nos introduce en algo del orden de lo no representable.

Lo que define la posición sexuada no es el objeto con el que tenemos una relación sino que se trata de que hay una elección heterosexual u homosexual de objeto. Así, por ejemplo, es posible para un hombre elegir una relación homosexual con alguien del género opuesto.

Especialmente interesante me pareció la referencia que hizo Miquel, a los dos tipos de elección de los que habló Freud: la narcisista y la anaclítica: En la primera, se elige a alguien según nuestra propia imagen, mientras que en la segunda, se escoge a partir de la alteridad, es decir, de aquello que se escapa a lo que se parece a mi.

La violencia contra las mujeres se podría explicar por una elección narcisista de objeto, es decir, se escoge a la mujer según lo homogéneo, la propia imagen de uno, y se excluye lo diferente y lo que no se adecua a la propia imagen.

La elección anaclítica ,sin embargo, está fundada en lo hetero, en lo que permite un vínculo con el otro, que no es igual a mí mismo.

Según Freud, los Griegos tenían esto más claro, y daban más importancia a la pulsión y al deseo que al objeto, mientras que nosotros, solemos hacer elecciones sexuales más por el valor que damos al objeto, en tanto se parece a nosotros o a los ideales de la época, y menos por el deseo, que siempre es singular y fuera de la norma. El amar a lo femenino como tal, es amar lo hetero, que es lo singular, y lo diferente de mi.

Enlace a la conferencia