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La época que vivimos está caracterizada por los avances en la ciencia y en la medicina, ambas buscan eliminar las enfermedades orgánicas, y ciertamente se han conseguido muchas cosas en este sentido. Sin embargo, esta época también se caracteriza por tratar de eliminar cualquier síntoma de manera «objetiva», (a través de medicación por ejemplo) dejando fuera la subjetividad del individuo, sin tener en cuenta que ésta no puede separarse de lo orgánico o biológico.
Así, al quedar fuera lo verdaderamente singular de un sujeto, su subjetividad, el malestar psíquico se hace cada vez más patente en las consultas y busca sus formas de expresión. El tenerlo en cuenta supone escuchar a la persona en su historia y singularidad para poder ir elaborando algo de lo que le ocurre.
En la consulta te atendemos por todo aquello que para ti suponga un malestar o un sufrimiento. Algunos ejemplos de cómo pueden manifestarse los malestares subjetivos son los siguientes:
La época que vivimos está caracterizada por los avances en la ciencia y en la medicina, ambas buscan eliminar las enfermedades orgánicas, y ciertamente se han conseguido muchas cosas en este sentido. Sin embargo, esta época también se caracteriza por tratar de eliminar cualquier síntoma de manera «objetiva», (a través de medicación por ejemplo) dejando fuera la subjetividad del individuo, sin tener en cuenta que ésta no puede separarse de lo orgánico o biológico.
Así, al quedar fuera lo verdaderamente singular de un sujeto, su subjetividad, el malestar psíquico se hace cada vez más patente en las consultas y busca sus formas de expresión. El tenerlo en cuenta supone escuchar a la persona en su historia y singularidad para poder ir elaborando algo de lo que le ocurre.
En la consulta te atendemos por todo aquello que para ti suponga un malestar o un sufrimiento. Algunos ejemplos de cómo pueden manifestarse los malestares subjetivos son los siguientes:
• Angustia-Ansiedad
• Depresión
• Adicciones
• Conflictos de pareja
• Celos
• Anorexia-Bulimia
• Sentimientos de culpa
• Duelos y pérdidas
• Insatisfacción vital
• Problemas psicosomáticos o somatomorfos (fenómenos en el cuerpo)
Otros problemas frecuentes son:
• Fobias
• Obsesiones
• Insomnio y/o pesadillas
• Crisis vitales
• Conflictos con los hijos
• Dificultades con la sexualidad
• Dificultades en el trabajo
• Estar “mal” y no saber por qué
¿Te gustaría darle otra oportunidad a tu relación? Si es así, el psicoanálisis puede ser una “terapia” de pareja muy eficaz que os ayudará a mejorar vuestra relación, resolver vuestros conflictos, problemas en la comunicación…etc.
A veces es un solo miembro el que decide buscar ayuda, en estos casos también suelen producirse resultados positivos ya que el cambio que se produce en uno de los miembros repercute satisfactoriamente en la relación.
Si tú, tu pareja, o ambos no os sentís satisfechos con la relación y comienza a aflorar el malestar, es el momento de acudir a la consulta.
Algunos de los posibles detonantes de este malestar, y en los cuales el psicoanálisis os puede ser de utilidad son:
· Problemas en la comunicación
· Problemas de celos e infidelidad
· Problemas sexuales
· Conflictos de la pareja
· Conflictos con los hijos
· Crisis en la pareja
· Situaciones de cambio y crisis vitales
La adolescencia es una de las etapas más difíciles de la vida. Freud hablaba de la metamorfosis de la pubertad para intentar dar cuenta del profundo cambio que supone dejar atrás la vida infantil para aventurarse a ser un adulto.
Esta transición no se hace sin malestar y crisis por parte del adolescente, ya que el/la joven están sujetos a multitud de cambios, tanto físicos como emocionales y psicológicos. Los adolescentes tendrán que afrontar estos acontecimientos junto con la búsqueda de su identidad, proceso complicado que también se da en estas etapas.
Pero no solo es difícil para ellos, tampoco es fácil ser padres en estos momentos, cuando a veces surge el sufrimiento y la impotencia de no saber qué hacer ante lo que está sucediendo.
El atravesamiento de esta dura etapa puede hacer emerger multitud de síntomas como por ejemplo:
- Depresión
- Ansiedad/Angustia
- Agresividad
- Problemas académicos o profesionales
- Problemas con las drogas
- Crisis con la identidad
- Conductas de riesgo
- Intentos de suicidio
Al igual que los adultos, los niños también sufren y tienen sus propios síntomas, como por ejemplo problemas del estado de ánimo, como depresión o distimia, o angustias y ansiedades entre otros. Sin embargo, en el caso de los niños, los síntomas no se presentan exactamente como en el adulto, ya que el desarrollo cognitivo del niño es diferente.
Así, en el niño, debido a que no tiene recursos para poder “elaborar” o poner palabras a lo que le ocurre, los síntomas se suelen presentar en su cuerpo, manifestando quejas somáticas (ej.: dolores de estómago, de cabeza o erupciones sin causa médica, vómitos…etc), rechazo social y cambios en la alimentación, el sueño y el peso.
Otra forma de “hacer síntoma”es a través de su comportamiento, pudiéndose dar por ejemplo, irritabilidad, impulsividad, inatención, agresividad y comportamientos disruptivos…etc.
En ambos casos el problema psicológico queda menos visible para los padres, ya que estos síntomas son más fácilmente asociables a otras problemáticas.
Así, en el caso de las quejas somáticas se suele pensar que hay un problema médico u orgánico, y en el caso de los problemas comportamentales se suele atribuir a la personalidad del niño, sin embargo estas atribuciones pueden impedir un tratamiento adecuado de lo que le está ocurriendo al niño.
Es necesario estar atento si su hijo presenta alguno de estos problemas:
- Dificultades para hacer un desarrollo normal
- Problemas a la hora de aprender
- Problemas de conducta: Agresividad, negativismo, mal comportamiento…etc
- Trastornos de la conducta alimentaria
- Enuresis y/o encopresis
- Insomnio, pesadillas y terrores nocturnos
- Quejas somáticas: Dolores de estómago, dolores de cabeza, vómitos…etc