Reseña de la entrevista a Vicente Palomera sobre las Psicosis Ordinarias.

Carolina Rodriguez y Jorge Lastra entrevistaron a Vicente Palomera en el Seminario del Campo Freudiano de Bilbao en Febrero de 2017. Este es un resumen de dicha entrevista.

Vicente comienza la entrevista comentando que el término de psicosis ordinaria apareció por primera vez en la conversación clínica de Antibes, y que en 1996 hay una conversación clínica en Angers, y al año siguiente en Arcachón. Estas conversaciones tuvieron mucha importancia para abordar la clínica de las psicosis. La nominación de psicosis ordinaria es otra forma de pensar las psicosis y abre caminos nuevos para el abordaje de la clínica.

En estas psicosis se producen fenómenos menos llamativos y más discretos que en las psicosis más floridas, por lo que la vida de este sujeto puede ser una vida “normalizada”. Se trata de fenómenos banales, aunque si se los interroga, podemos encontrar las modalidades en las que el sujeto se relaciona con el cuerpo, con el goce y con el inconsciente.

En respuesta a la pregunta de cómo pensar la psicosis ordinaria en relación con la última enseñanza de Lacan, Vicente responde que el tema de las psicosis ordinarias, es necesario tratarlo a partir de su última enseñanza. Ésta se refiere a cómo el sujeto se apoya en un nudo. Es un sujeto que tiene que construirse anudando el cuerpo, en su dimensión imaginaria, el lenguaje, en su dimensión simbólica, y el goce, en su dimensión real. La cuestión es cómo el sujeto logra mantener unido el nudo.

Otra pregunta importante es si el fenómeno elemental es posible en la psicosis ordinaria, a la cual, Vicente responde que No. En la clínica de las psicosis ordinarias no podemos hablar de fenómenos elementales sino de otro tipo de fenómenos como por ejemplo, momentos centrados en acontecimientos en el cuerpo, pero que no pueden pensarse en base a categorías lógicas, como la conversión o la hipocondría. Se trataría de neoconversiones. Vicente pone el ejemplo de Joyce y Juanito, donde se presentan acontecimientos en el cuerpo a los que el sujeto responde con un rechazo de ese goce.
No hay fenómenos elementales sino acontecimientos en el cuerpo que hemos de tener muy en cuenta. Lo crucial es el cómo responde el sujeto a un acontecimiento de goce en el cuerpo.

Con respecto a la pregunta sobre la práctica con niños y la posibilidad de hablar de psicosis ordinaria en la infancia, Vicente responde que ahora, poniendo el ejemplo de espectro autista, el término psicosis va perdiendo fuerza, y las categorías clasificatorias actuales como el DSM o los psicoanalistas de la IPA evitan el término psicosis para introducir nominaciones como “Trastorno bipolar”, “Trastorno límite de la personalidad” “Personalidades como sí”…etc.

Los psicoanalistas lacanianos, en cambio, somos bilingües por que mantenemos, por un lado, la clínica heredada de la psiquiatría clásica y la clínica estructural pero no nos quedamos ahí, sino que tratamos de introducir un nuevo lenguaje a partir de los conceptos de Lacan, para poder hacer exploraciones de los signos discretos. Es decir, no se trata tanto de que cada individuo tenga que encajar en una categoría, sino de tratar de entrar en los detalles de los fenómenos clínicos para poder extraer los significantes de estos signos discretos y poderlos situar en relación a la estructura.

 

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