RESEÑA DEL ENCUENTRO CON PATRICK MONRIBOT SOBRE LAS PSICOSIS ORDINARIAS
Este encuentro se llevó a cabo en mayo de 2016 y fue realizado por el Seminario del Campo Freudiano en Bilbao. Se trata de una pequeña entrevista donde se le formulan tres preguntas.
Primera pregunta: ¿Es posible el desencadenamiento en la psicosis ordinaria o ésta se circunscribe a la psicosis no desencadenada?
Patrick, antes de responder a esta cuestión, hará algunas aclaraciones sobre las psicosis ordinaria. En primer lugar, dirá que en la psicosis ordinaria podemos ver una realidad clínica contemporánea que está ligada a fenómenos clínicos de nuestra civilización. Se trata de un sintagma propuesto por Jaques Alain Miller con el propósito de describir muchos pacientes que no entran en los cuadros clásicos del siglo XX.
Patrick pone el énfasis en el cuidado que debemos poner al realizar el diagnóstico, ya que no se trata de una especie de “basura nosográfica” donde podrían ponerse todos los casos que se escapan al diagnóstico de neurosis-psicosis, binario clásico de la clínica discontinuista.
En este sentido, y refiriéndose a las neurosis, Patrick señala que estas estructuras dependen del orden simbólico organizado mediante el significante del nombre del padre, NP, mientras que las psicosis extraordinarias resultan de su forclusión, (del NP).
En cuanto a las psicosis extraordinarias, éstas no suelen plantear muchos problemas diagnósticos, ya que suelen presentarse de una forma muy evidente. Un hecho muy importante que hay que localizar en estas psicosis, de cara al tratamiento, es el momento puntual en la historia del sujeto donde se produjo el desencadenamiento.
A la hora del diagnóstico, el asunto se torna mas complejo en el caso de las psicosis ordinarias, ya que es una categoría con contornos clínicos borrosos donde no hay una separación estricta de las categorías. No es una clínica del sujeto sino del parletrê. Una clínica del anudamiento entro los registros, imaginario, simbólico y real.
Es la clínica de los signos discretos, variando su forma de presentación en un amplio abanico clínico. A este respecto, Miller señala que no hay síntoma neurótico evidente, ni tampoco una construcción delirante evidente.
En este punto, Patrick vuelve a señalar la importancia de no realizar el diagnóstico “por defecto”, apuntando también la necesidad de que se presenten varios rasgos, y no uno solo: “un rasgo único no basta para el diagnóstico, necesitamos varios rasgos en serie como un conjunto de pruebas”. Estos rasgos pueden ser desenganches del vínculo social, acontecimientos extraños en el cuerpo, como por ejemplo una fibromialgia, formaciones monosintomáticas como la bulimia o la anorexia, pudiendo también aparecer una “normalidad excesiva” (personalidades “como si”)
Tras esta introducción, Patrick aclara la pregunta del principio y nos comenta que “El desencadenamiento puntual no existe sino bajo una forma de desencadenamientos múltiples y discretos que podemos llamar desenganches”. Se trata de desenganches del Otro social, del cuerpo y de la subjetividad. La psicosis ordinaria no se trata entonces de una psicosis no desencadenada.
Segunda pregunta: ¿El fenómeno elemental estaría presente en una psicosis ordinaria? ¿Sería igual que en la extraordinaria?
Patrick responderá que, aunque nos podemos encontrar con un fenómeno elemental en la historia de un paciente con una psicosis ordinaria, éste se trataría de un fenómeno aislado y provisional que tiene que ver con una ruptura del nudo que podría corregirse a corto plazo mediante una suplencia. “El parletrê puede usar otras formas de abrochar el nudo, diferentes al NP”. Es la pluralización de los nombres del padre.
La tercera y última pregunta, es referida a la última enseñanza de Lacan, a lo que Patrick responde que justamente, la última enseñanza es muy valiosa para entender la clínica contemporánea, sin embargo, la clínica continuista no invalida su primera enseñanza (el enfoque discontínuo). Patrick pone el ejemplo de los enfermos psicóticos en el sentido psiquiátrico con los cuales se puede trabajar desde el enfoque discontinuista. Por otro lado, la última enseñanza, también permite que estos sujetos no se queden encerrados en una categoría que impida el tratamiento analítico. Permite un tratamiento que alivie el peso del diagnostico ya que desde la última enseñanza se apunta al fenómeno clínico.