¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia, cuyo concepto significa “dolor de la fibra muscular”, ha sido recientemente definida por la OMS como una enfermedad crónica de causas desconocidas.
Se trata de un dolor corporal de difícil localización que se podría resumir en la frase “me duele todo el cuerpo”. Frase que suelen utilizar a menudo las personas afectadas de esta dolencia.
La medicina ha tratado de encontrar la etiología de la enfermedad, y aunque barajan diferentes hipótesis, ninguna concluyente. De hecho, la medicación que recetan es meramente paleativa, por lo que el dolor continúa.
Muchas veces, los médicos se encuentran desorientados puesto que no encuentran nada orgánico que pudiera causarles este dolor, afirmando entonces que a la paciente “no le pasa nada”, y descuidando que hay dolencias que tienen que ver con malestares psíquicos.
Sin embargo, para el psicoanálisis, el dolor va mucho más allá de lo orgánico, y el cuerpo no es solo organismo. El cuerpo está afectado por el lenguaje, por palabras, por deseos, por conflictos…etc. En suma, podemos afirmar que muchos de los malestares que afectan al cuerpo no pueden ser diagnosticados por métodos tradicionales, por no tener éstos en cuenta esta otra dimensión de lo humano, la dimensión subjetiva.
Desde el psicoanálisis pensamos que la fibromialgia no es una enfermedad, sino una dolencia psíquica que se presenta en el cuerpo en forma de dolor. ¿Qué quiere decir esto? que en realidad, de lo que se trata es de un conflicto psíquico, donde por un lado lo que suele haber es un deseo inconsciente, y por el otro, algún ideal que se opone a la realización de dicho deseo. Así, el contenido del deseo es reprimido y el afecto se somatiza sobre el cuerpo causando diversos síntomas. Es decir, que los malestares inconscientes a veces se manifiestan en diferentes zonas del cuerpo.
Sin duda, la mejor opción de tratamiento es una escucha psicoanalítica que sea capaz de descifrar el mensaje encriptado en el cuerpo. Para ello, antes que nada, la persona tendrá que tomar una decisión ética, la de la vía del saber, donde si elige acudir a un psicoanalista, tendrá la posibilidad de descubrir que su dolencia tiene algo que ver con ella misma, y no es solo asunto de su organismo. No es una vía fácil ni rápida, sin embargo, puede producirle un gran alivio y resultados profundos y duraderos.