Sobre la adolescencia
La adolescencia es una delicada transición que implica, en todos los casos, una crisis. Esta crisis tiene que ver con una falta de recursos para responder a cuestiones que ahora se le presentan al joven; los cambios que vive en su cuerpo, en su sexualidad y la relación con los otros son algunos ejemplos.
El adolescente tiene que separarse del mundo infantil que conoce para adentrarse en el mundo adulto, desconocido para él.
Y es que, siendo un niño todo lo que era placentero para él, estaba centrado en su cuerpo o en la relación con sus padres. La sexualidad había sido autoerótica, lo que quiere decir que al niño le había bastado su propio cuerpo para “satisfacerse”, y en el plano del amor, sus objetos privilegiados eran sus padres.
En el momento de la adolescencia, se produce lo que Freud llama “la metamorfosis de la pubertad”, donde se pasa de una sexualidad autoerótica a una sexualidad que implica a un otro, a un semejante. El deseo ya no está centrado en las fantasías edípicas, sino que ahora aparece fuera de la familia. Relacionado con esto está lo que solemos ver en todo adolescente; el cómo busca separarse de los padres, a los que en este momento, ve como que no saben nada de lo que les ocurre y nada de la vida.
Así, la pregunta fundamental de la infancia ¿Qué soy yo para el deseo de mis padres?, aparece transformada, referida al otro sexo; ¿Qué soy yo para él, o para ella?
La transformación del cuerpo del niño, en un cuerpo sexuado no es sin trauma, el trauma que para cada uno de nosotros representa la sexualidad, ya que ésta implica “inventar” modos de interpretar eso que es tan difícil de nombrar, ya que nosotros, a diferencia de los animales, no venimos al mundo sabiendo cómo ser hombre o cómo ser mujer.
Freud habla de la perforación de un túnel desde sus extremos. Este túnel tendría dos agujeros: un agujero que corresponde a lo que pasa en el cuerpo del niño, y otro agujero correspondiente a un vacío de saber en el Otro parental, haciendo inconsistente su autoridad.
En efecto, por un lado está su cuerpo, cargado de ese elemento pulsional nuevo que ha emergido y que le hace vivir sensaciones extrañas e inéditas. Un cuerpo que ahora le es completamente ajeno y desconocido. Y por otro, las identificaciones al Otro parental se vuelven insuficientes para poder responder a lo nuevo que aparece en su vida, por lo que se suele producir la caída de los semblantes (padres, profesores, familiares…) que ahora se vuelven inconsistentes y fallidos.
El atravesamiento de este túnel no suele suceder sin síntomas, ya que ahora tendrá que construir un anudamiento inédito que le permita dar respuestas particulares a preguntas difíciles como son la sexualidad o la muerte. Uno de los síntomas típicos es la violencia y el “Bullying”, cuestión de la que nos ocuparemos en otro artículo.
¿Cómo podemos los adultos ayudarles a que atraviesen esta difícil etapa?
Debemos escucharles y acompañarles, no dejándoles solos y desamparados ante esta crisis. Hemos de reconocer su sufrimiento pero al mismo tiempo dejar claro que los actos que cometan tendrán consecuencias de las cuales él será responsable. Necesitan límites y alguien a quienes ellos puedan autorizar como una referencia en sus vidas. Para que ellos puedan darnos ese lugar de autoridad no puede faltar de nuestra parte, el reconocimiento por su singularidad y su sufrimiento, nuestra escucha y nuestra palabra. Este acompañamiento es necesario de parte de padres, tutores, profesores y la sociedad en general.
Otra recomendación es no responder directamente a sus provocaciones. Ellos suelen utilizar un lenguaje agresivo e injurioso, sin embargo, este lenguaje no está dirigido necesariamente a adultos y profesores , sino que es una manera de traducir en palabras las dificultades que viven en su cuerpo. Sin embargo, si hemos conseguido que nos concedan un lugar de autoridad, tendremos la posibilidad de ayudarles a buscar otras respuestas y soluciones a sus malestares.
Bibliografia:
Conferencia de Rosa López en el Nucep: Pubertad: ¿Despertar de la primavera o erupción volcánica?.
Philippe Lacadée . Entrevista en el marco de la III Semana del Autismo en Bogotá.
Philippe Lacadée. Cuerpo, imagen y lenguaje: sus anudamientos.
Sigmund Freud. Tres ensayos para una teoría sexual. La metamorfosis de la pubertad.